La kombucha es una bebida fermentada a base de té y azúcar, reconocida como refresco probiótico y promotor de la salud.
Es una bebida ancestral desarrollada en China hace más de 2000 años y que ha ganado popularidad en los últimos años. La kombucha contiene una combinación de bacterias y levaduras que fermentan en una solución de té dulce. Esta fermentación produce un líquido ligeramente ácido que contiene diversos nutrientes, como vitaminas B y C, minerales, aminoácidos, enzimas y mucho más. Es una fuente natural de probióticos, muy importantes para el organismo y su digestión.
Son muchos los beneficios para la salud asociados al consumo regular de kombucha. Algunos de estos beneficios incluyen una mejor digestión, un mejor sistema inmunitario, una reducción de la inflamación y una mejora del metabolismo. También puede ayudar a controlar ciertas enfermedades metabólicas como la diabetes y la obesidad.
La kombucha está disponible en varios sabores, como jengibre, limón, frambuesa y muchos otros. También está disponible en diversas formas, como botellas, latas y, en algunos casos, incluso concentrados.
Es importante tener en cuenta que la kombucha es una bebida fermentada y, por lo tanto, no es apta para todo el mundo. Las personas con ciertos problemas de salud, las mujeres embarazadas y las personas con un sistema inmunitario débil no deben beberla.
También es importante asegurarse de que la bebida se prepara adecuadamente para evitar riesgos para la salud. La kombucha es una bebida saludable que ofrece muchos beneficios. Es una fuente natural de probióticos, muy importantes para el organismo y su digestión. Puede ayudar a controlar ciertas enfermedades metabólicas, reducir la inflamación y reforzar el sistema inmunitario.
¿Cómo hago kombucha ahora?
– 1 litro de agua – 1 taza de azúcar
– 2 cucharadas de té negro
– 1 cultivo de Kombucha
Preparación:
Llene un recipiente de cristal con 1 litro de agua y añada 1 taza de azúcar.
Añadir 2 cucharadas de té negro y remover bien.
3. Calentar la mezcla a unos 60°C y dejarla enfriar a temperatura ambiente.
Añadir el cultivo de kombucha y remover bien.
Cubre el tarro de cristal con un paño de cocina y sujétalo con una goma elástica.
Dejar fermentar la mezcla en un lugar cálido durante 7-10 días.
Al cabo de 7-10 días, debería haberse formado una gruesa capa de cultivo de kombucha.
Retire el cultivo del recipiente y filtre la kombucha a través de un filtro de café.
Introduce la kombucha en botellas y bébela inmediatamente o déjala fermentar unos días más en un lugar cálido.
10. ¡disfruta de tu kombucha!
